La coordinación motora es una habilidad esencial que permite a nuestro cuerpo moverse con armonía y precisión. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar trastornos de coordinación que pueden afectar a su capacidad para realizar movimientos fluidos.
En este artículo exploraremos las causas del trastorno de la coordinación, los síntomas asociados y los ejercicios y tratamientos que pueden ayudar a mejorar la coordinación motora.
Comprender la coordinación motriz
La coordinación motora se refiere a la capacidad del sistema nervioso para controlar los movimientos del cuerpo con suavidad y precisión. Se trata de sincronizar músculos, articulaciones y nervios para realizar movimientos complejos. Una buena coordinación motora es esencial para tareas cotidianas como escribir, caminar o hacer deporte.
Causas de los trastornos de coordinación
El trastorno de la coordinación, también conocido como dispraxia, puede deberse a diversos factores. Entre las causas más comunes están los problemas de desarrollo cerebral, las lesiones cerebrales, los trastornos neurológicos o los trastornos del desarrollo. También puede estar asociado a afecciones médicas como la dislexia, el autismo o el trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH).
Síntomas del trastorno de coordinación
Los síntomas del trastorno de coordinación pueden variar de una persona a otra. Algunos signos comunes son dificultad para coordinar movimientos, problemas de equilibrio, mala percepción espacial, dificultad para vestirse o atarse los cordones de los zapatos y dificultad para realizar tareas de motricidad fina como escribir o manipular objetos.
Ejercicios para mejorar la coordinación motriz
Hay una serie de ejercicios que pueden ayudar a mejorar la coordinación motora en personas con trastornos de la coordinación. Estos ejercicios están diseñados para fortalecer los músculos, mejorar el equilibrio y la percepción espacial y fomentar el movimiento coordinado.
Algunos ejemplos de ejercicios son el uso de pelotas terapéuticas, actividades de seguimiento ocular, juegos de equilibrio y ejercicios de coordinación de extremidades.
Tratamientos de los trastornos de la coordinación
Además de los ejercicios, hay otros tratamientos que pueden ayudar a mejorar la coordinación motora. Estos tratamientos pueden incluir terapia ocupacional, rehabilitación física, ludoterapia y terapia conductual. Estos enfoques terapéuticos se adaptan a las necesidades individuales de cada persona y tienen como objetivo reforzar las habilidades motoras y facilitar la integración sensorial.
La importancia de la motricidad
La habilidad motora, que es parte integrante de la coordinación motora, se refiere a la capacidad de realizar movimientos precisos y controlados. Desempeña un papel esencial en las actividades cotidianas, como escribir, manipular objetos y practicar deportes. El desarrollo de las habilidades motoras puede ayudar a mejorar la coordinación general y facilitar la participación en diversas actividades.
Ejercicios para desarrollar la motricidad
Hay una gran variedad de ejercicios que pueden ayudar a desarrollar las habilidades motoras. Entre ellos pueden figurar actividades de manipulación de objetos, como rompecabezas, juegos de construcción, juegos de mesa y actividades artísticas como pintar o dibujar. También pueden ser beneficiosos los ejercicios de coordinación óculo-manual, como lanzar y atrapar una pelota.
Los beneficios de la motricidad
El desarrollo de la motricidad tiene muchos beneficios. Puede mejorar la confianza en uno mismo, fomentar la independencia y facilitar la participación social. Las personas que han desarrollado buenas habilidades motrices pueden tener más éxito en sus actividades cotidianas y dedicarse plenamente a sus aficiones y actividades de ocio.
Tratamiento del neurocircuito
El entrenamiento visual Neurocircuit utiliza técnicas de integración motora y sensorial para reforzar las conexiones neurológicas entre el cerebro y el cuerpo. Su objetivo es mejorar el tiempo de reacción, la memoria, la velocidad de procesamiento de la información, la percepción de la profundidad, la sensibilidad al contraste y la coordinación mano-ojo. De este modo, proporcionamos a nuestros clientes una ventaja competitiva en la vida y el deporte.
Cómo funciona una sesión de formación
Nuestros fisioterapeutas utilizan técnicas de entrenamiento sensoriomotor, así como tecnologías punteras de entrenamiento de la visión, como Dynavision D2TM. Nuestros clientes entrenan durante 30 minutos, 2 ó 3 veces por semana. A medida que se desarrollan las habilidades del cliente, los entrenadores añaden estímulos para aumentar el nivel de tensión y suponer un reto para el cliente.
El entrenamiento reduce el tiempo de reacción del cliente ante distintos estímulos, mejorando así sus capacidades de seguimiento, sus procesos cognitivos y su percepción periférica.
Los beneficios del entrenamiento de neurocircuitos
El entrenamiento visual Neurocircuit ofrece muchas ventajas a nuestros clientes. Al mejorar la coordinación mano-ojo, la percepción de la profundidad y la sensibilidad al contraste, nuestros clientes desarrollan las habilidades visuales que necesitan para destacar en diversas actividades, desde el deporte hasta la vida cotidiana y el trabajo.
Además, al reforzar las conexiones neurológicas, el entrenamiento de neurocircuitos también mejora la memoria, la velocidad de procesamiento de la información y las capacidades cognitivas en general. Como resultado, nuestros clientes obtienen una ventaja competitiva que les permite alcanzar todo su potencial.