La microcirculación es crucial para el funcionamiento no sólo del sistema cardiovascular, sino del organismo en su conjunto, y sin embargo muchas personas desconocen su importancia.
En este artículo, vamos a contarte todo lo que necesitas saber sobre la microcirculación: qué es, problemas de microcirculación, cómo detectarlos y cómo mejorar la circulación sanguínea.
¿Qué es exactamente la microcirculación ?
Existen dos formas de circulación en el organismo: la microcirculación y la macrocirculación. En el caso de la microcirculación, ésta se produce en los vasos sanguíneos más pequeños, es decir, las metarteriolas, los capilares, las vénulas y las arteriolas terminales.
Las metarteriolas son los microvasos que conectan los capilares con las arteriolas. En el caso de las arteriolas, se trata simplemente de ramificaciones de las arterias principales. Por último, los capilares unen las arteriolas con las vénulas, y éstas, a su vez, integran el sistema con las venas principales.
La función de la microcirculación es filtrar el dióxido de carbono y suministrar oxígeno y otros nutrientes al organismo, más concretamente a las células y los tejidos. También se encarga de regular la temperatura corporal y la presión arterial a través de los vasos sanguíneos. Las arteriolas son uno de los principales protagonistas de este proceso.
La macrocirculación es el proceso por el que el oxígeno y los nutrientes se transportan a los órganos.
¿Cuáles son los problemas de la microcirculación?
Teniendo esto en cuenta, la microcirculación es un componente clave de la salud, ya que se ocupa de los tejidos de todo el cuerpo y, si se deteriora gravemente, puede causar daños en casi cualquier órgano. Sin embargo, los problemas de microcirculación suelen ser signos de enfermedades importantes más que una afección en sí misma.
Numerosos estudios han establecido que los problemas de microcirculación pueden ser indicativos de hipertensión, síndrome metabólico, diabetes, obesidad y diversas enfermedades de los sistemas cardiovascular y metabólico. En casos graves, puede ser un signo de enfermedad coronaria o miocárdica.
Aunque no sufra ninguna afección evidente en el proceso de microcirculación, cuidarla es una excelente forma de prevenir enfermedades más graves como las mencionadas anteriormente. He aquí algunos consejos para cuidar tanto la microcirculación como la macrocirculación.
¿Cómo podemos comprobar la salud de la microcirculación?
Dado que la microcirculación es un sistema muy importante del organismo, se han desarrollado diversos métodos para comprobar su estado. Aquí veremos los más comunes.
En primer lugar, está la microscopía confocal. Utiliza el aumento del contraste y la eliminación de la luz para ver la imagen con claridad. En segundo lugar, está la capilaroscopia, que se centra en el estudio de los vasos sanguíneos capilares mediante el uso de un microscopio en las manos del paciente, que debe tener la capacidad de ampliar la imagen hasta veinte veces.
También son habituales la tomografía computarizada, la ecografía con contraste y el láser Doppler. Todas ellas se utilizan para comprobar que la microcirculación funciona correctamente y detectar otras afecciones, como inflamaciones y problemas cardiovasculares.
¿Cómo mejorar la circulación sanguínea?
En principio, es fácil identificar que su circulación no está en su mejor momento. Los signos de mala circulación son la sensación frecuente de frío en las extremidades o el entumecimiento de las mismas. Además, su piel puede parecer pálida e incluso tener un tinte azulado. Las uñas también pueden mostrar líneas y parecer débiles, y la piel puede resecarse.
Si nota estos signos, existen formas sencillas demejorar la circulación sanguínea . Incluso es posible encontrar un tratamiento natural para la mala circulación.
En primer lugar, puede mejorar la circulación mediante la actividad física. Sobre todo si se centra en el cardio, como el footing o el aeróbic.
En cuanto a la dieta, es aconsejable aumentar la ingesta de omega-3. El omega-3 es esencial para la salud del sistema cardiovascular e inmunitario. El omega-3 es esencial para la salud del sistema cardiovascular e inmunitario. Se encuentra principalmente en el pescado, pero también está contenido, en menor medida, en los frutos secos y en aceites vegetales como el de soja y canola.
Por otro lado, puede abandonar sus malos hábitos. Si quieres mejorar tanto tu microcirculación como tu macrocirculación pero fumas mucho, una de las mejores soluciones es dejar de fumar.
Tratamientos de microcirculación sanguínea
Además de los consejos generales anteriores, uno de los tratamientos de microcirculación sanguínea más populares y eficaces en la actualidad es BEMER. BEMER significa Bio-Electro-Magnetic-Energy-Regulation y es una terapia vascular derivada de la fisioterapia.
Este tratamiento de microcirculación sanguínea utiliza un campo electromagnético para mejorar la circulación en más de un 20%. BEMER no solo es eficaz para mejorar la salud cardiovascular, sino que también estimula el crecimiento muscular.
BEMER utiliza campos electromagnéticos de baja intensidad para estimular la circulación y la oxigenación de los vasos sanguíneos capilares. Los vasos sanguíneos capilares son una parte crucial de la microcirculación, por lo que se denomina terapia de microcirculación .
También ha demostrado su eficacia en el tratamiento y la mejora de las enfermedades metabólicas. Esto no es sorprendente ya que, como hemos mencionado anteriormente, la microcirculación está directamente relacionada con el funcionamiento del sistema metabólico y sus afecciones.
No es necesario tener un problema para beneficiarse de este tratamiento de microcirculación sanguínea. Con la edad, la circulación sanguínea disminuye. Por eso, BEMER puede ser beneficioso incluso si aún no padece ninguna enfermedad y, en cambio, utiliza este tratamiento para prevenir enfermedades más adelante.
Esperamos que esta información te resulte útil para conocer y cuidar tu microcirculación. Te invitamos a leer nuestro blog para más contenidos sobre salud y fisioterapia.